La pasión de conocerte a ti mismo

Sin pasión, valentía y esfuerzo no podemos lograr nada importante en la vida. Y la psicoterapia no es una excepción. Para que una terapia funcione es indispensable que la persona sienta, a pesar de todos sus miedos, un imperioso deseo de descubrir su verdad. De comprender los motivos íntimos de su sufrimiento. Y las causas biográficas que la condujeron a ello.

En la excelente película El show de Truman, el protagonista, buscando su libertad, está a punto de morir ahogado. Y, sin embargo, contra todo peligro, insiste una y otra vez en liberarse... Porque ha descubierto que todo cuanto le rodea es falso, es mentira, es control. Y, desengañado, anhela por encima de todas cosas conocer la verdad. Su deseo es absoluto. Por eso nada podrá detenerlo.

Hace poco me llamó un hombre diagnosticado con "esquizofrenia". Llevaba años tomando medicación. Me preguntó si le iría bien hacer terapia psicodinámica y le dije:  "Depende. Si quieres saber lo que te pasa y por qué te pasa, ven. Pero si no quieres saberlo o no te atreves, no vengas".  Entonces me contestó con conmovedora sinceridad: "Creo que no quiero saberlo". Y nos despedimos.

Y es que, como Truman, sólo cuando una persona siente la necesidad, el deseo, el irresistible afán de comprender su dolor para superarlo, sólo entonces se atreverá a emprender contra viento y marea su viaje heroico hacia el interior de sí mismo. Ese lugar donde yace la libertad que tanta gente pretende pero tan pocos se animan a explorar.